Desde el resto de España se ha contemplado el espectáculo que ofreció Cataluña durante la semana que siguió a la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo sobre la sedición (o rebelión) de la cúpula del Gobierno catalán en el otoño de 2017 con una mezcla de alarma y horror, pero también, fuerza es reconocerlo, de hastío. El drama, o la farsa, separatista lleva años ofreciendo sus extravagantes y apocalípticos capítulos y los españoles se preguntan cuándo terminará el culebrón. La cosa va […]
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Un artículo de Gabriel Tortella publicado en EL MUNDO el 29 de octubre de 2019